Consejos útiles
Las siguientes siete pautas ofrecen sugerencias generales y prácticas sobre cómo trabajar con un estilo de escritura desconocido. Los ejemplos de cada una de las siguientes sugerencias fueron elegidos para el investigador novato que trabaja con registros parroquiales, ya que aquí es donde la mayoría de las investigaciones genealógicas familiares deben comenzar; sin embargo, son igualmente aplicables a cualquier tarea paleográfica.
1. Estudie cuidadosamente la nueva escritura.
Es importante que, al iniciar el estudio de un nuevo estilo de escritura, usted trabaje con cuidado y detenimiento a fin de desarrollar una familiaridad con el estilo personal de escritura del sacerdote o registrador y el tipo de escritura que haya utilizado. También es importante prestar atención a particularidades, tales como algunas formas especiales de letras específicas, el uso de abreviaturas o de sintaxis peculiares. Al principio, la lectura de la escritura será lenta, pero pronto su habilidad de leer y la velocidad de su lectura aumentarán muchísimo.
2. Comience con las partes del documento que usted ya reconoce.
Las frases repetidas, las fechas y los nombres que usted ya reconoce le permitirán familiarizarse con un nuevo estilo de escritura. Por ejemplo, al trabajar con registros bautismales hispanos, frases como bauticé solemnemente, yo, el infrascrito cura, hija legítima de, y abuelos paternos le ayudarán a familiarizarse con un estilo particular. También puede identificar letras específicas que el registrador haya escrito de manera peculiar por medio del uso de apellidos y nombres de pila que usted ya haya encontrado en otros registros.
Las fechas también son un recurso valioso, debido a que las opciones disponibles para una fecha se limitan a 12 meses y 31 días. Los números de los años también son útiles porque todos se pueden comparar con los registros anteriores o posteriores.
3. Utilice el texto circundante como guía.
Generalmente, el texto que usted está tratando de leer puede ayudarle a encontrar el significado de una palabra o un pasaje difícil. Las siguientes sugerencias deberían ayudarle a utilizar el texto circundante:
- Compare las letras de palabras o nombres desconocidos con las letras de palabras o nombres conocidos. De esta manera podrá usar bien las fechas, frases y nombres conocidos, tal como se mencionó más arriba.
- Lea la palabra en el contexto en el que se incluyó. Esto será particularmente útil en los casos de registros escritos en oraciones completas, o cuando usted ya esté familiarizado con el concepto básico que se está desarrollando.
- Busque la misma palabra o nombre en otra parte del documento. Esto podrá ser de particular utilidad cuando existan notas marginales o cuando se repita el mismo apellido varias veces en un mismo documento. El nombre escrito en otra parte del documento tal vez no está abreviado o está escrito más claramente. También es posible que el registrador haya decidido utilizar un estilo de letras completamente diferente la segunda vez que escribió el nombre.
4. Puede haber una variedad de escritura dentro de un mismo documento.
Recuerde que es posible que un mismo documento presente una gran variedad en la escritura. Es muy común encontrar varios estilos de la misma letra dentro de un documento dado e incluso dentro de la misma palabra. También es posible que una palabra dada haya sido escrita de formas distintas. Debido a las variaciones lingüísticas, es posible también que el mismo nombre se haya escrito con diversas ortografías. Es común encontrar tal variedad de ortografía dentro del mismo documento.
5. Utilice un cuadro con el alfabeto para comparar las letras desconocidas.
Muchas veces, se puede obtener una idea de cuál podría ser una letra particularmente difícil al compararla con las letras en tablas de alfabetos disponibles en la página de los cuadros de letras. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la escritura varía mucho de una persona a otra y de un período a otro. También puede ser que una letra en un documento no aparezca en los cuadros de alfabetos que se proveen en este sitio.
6. Consulte recursos externos.
Consulte recursos externos, especialmente cuando se trata de un nombre. Los recursos siguientes u otros similares pueden ser de gran valor para descifrar un nombre:
- Personal de archivos, custodios de los registros locales tales como los sacerdotes u otros investigadores más experimentados. Cuando está trabajando en los archivos, la gente local, particularmente los sacerdotes de la parroquia, está muy familiarizada con los diferentes nombres que existen en el área y también conoce los lugares, ciudades y pueblos que rodean la parroquia en cuestión. También es posible que estén familiarizados con estilos de escritura antiguos. Generalmente, los sacerdotes y el personal de los archivos están muy dispuestos a ayudarle a descifrar un nombre difícil o a confirmar un nombre con el que el investigador no conozca.
- Listas de apellidos y nombres de pila. Consulte las listas de nombres disponibles en este sitio. También es útil consultar listas de nombres de santos como las que aparecen en los misales de la Iglesia Católica o en el libro Lives of the Saints (Las vidas de los santos) por el autor Alban Butler. El libro Hispanic Surnames (Apellidos hispanos) de Lyman Platt incluye varias listas de apellidos. Existen numerosos sitios web que proveen listas de nombres. Por ejemplo:
Pergamino Virtual
DataWrapper-Apellidos comunes en España
Enciclopedia de apellidos españoles
Aunque estos son solo algunos sitios de los muchos disponibles en el internet, pueden servirle como guía al identificar un nombre difícil o a encontrar la ortografía correcta. Para consultar otras listas más específicas para un país o región, realice una búsqueda en un buscador como Google.com utilizando el apellido y el nombre del país o la región.
- Diccionarios geográficos. Los diccionarios geográficos contienen listas alfabéticas de nombres de lugares que nos sirven para comparar la ortografía. El libro Finding Your Hispanic Roots (Encontrando sus raíces hispanos) por George Ryskamp contiene una lista de diccionarios geográficos para España y los países de Latinoamérica. Muchos de ellos, especialmente los publicados en la última mitad del siglo XIX, pueden ser muy útiles para determinar la existencia de la parroquia mencionada en un registro antiguo o para confirmar la ortografía de un nombre de lugar difícil. Hoy en día, existen en internet muchas listas de nombres de lugares e incluso copias digitales de diccionarios geográficos del siglo XIX tales como:
España: el diccionario geográfico de España de 16 tomos publicado por Pascual Madoz (haga clic aquí). Cuando se hace investigaciones en España, los sitios idee.es, verpueblos.com y todopueblos.com son muy útiles.
México: el de México de cinco tomos publicado por Antonio Garcia Cubas (haga clic aquí). Otro recurso útil para hacer la investigación en México es pueblosamerica.com.
Otro recurso geográfico para hacer la investigación en cualquier país es places-in-the-world.com. Solo necesita seleccionar su país de interés para comenzar a buscar los nombre de lugares alfabéticamente. Otros diccionarios geográficos se pueden encontrar aquí.
También es importante recordar que los nombres de lugares han cambiado como resultado de acortamiento o la combinación de dos palabras en una. Por ejemplo, un pueblo que hoy se conoce por el nombre Riodeva aparece como Río de Eva en registros antiguos. Otro ejemplo es el lugar que hoy conocemos como Aldea Real, pero hace un siglo y medio se conocía como Aldea del Rey. Con cuidado y un poco de creatividad en la ortografía y la combinación de palabras, usualmente se puede determinar el nombre de la parroquia que es nombrado en el registro. La decisión final solo debe tomarse al consultar los registros de determinada parroquia.
- Mapas. Generalmente, la mayoría de los miembros de la familia de antepasados dentro de una generación o dos y a veces hasta diez o más generaciones, procede de un área geográfica limitada. Un mapa detallado de esa área, incluso los disponibles en atlases nacionales, será de gran utilidad en identificar esos lugares y caseríos (poblaciones pequeñas) que constituyen la parroquia. Los mapas complementan la información que se obtiene de los diccionarios geográficos, permitiéndole ver la relación física entre la parroquia o la localidad en la que está trabajando y la nueva parroquia, pueblo o localidad que acaba de descubrir. Google Maps y otras colecciones de mapas disponibles en internet suelen ser muy útiles aunque generalmente no incluyen los cambios históricos en los nombres de los lugares. Existen mapas topográficos para todos los países hispanos, además de un libro llamado Index to Maps of Hispanic America, el cual incluye una colección de mapas de gran tamaño.
- Búsqueda en Google. Es posible probar la existencia o inexistencia de apellidos o nombres de lugares e información adicional buscando dicho nombre en buscadores o una enciclopedia en línea, como Google, Wikipedia u otros.
7. No dediques demasiado tiempo con una letra o con un nombre difícil.
Si no puede descifrar un nombre o una palabra después de un esfuerzo razonable, cálquela o cópiela. Escriba la interpretación que le parezca más correcta y siga con la lectura del documento. Es muy probable que la palabra, especialmente si es un nombre, vuelva a aparecer en el documento. Cuando aparezca nuevamente, puede ser más clara de leer o entender con el contexto. Si no volviera a aparecer por segunda vez, entonces debe volver a leer la palabra, teniendo ya más experiencia con palabras menos difíciles escritas por la misma persona.
Consejos de los expertos
La paleógrafa mexicana María Elena Bibriesca, al establecer normas para la lectura de escritura antigua, ofrece el siguiente consejo excelente:
«Lea con tranquilidad prestando atención a los detalles. Evite ponerse nervioso o preocuparse. Lea cada documento específico palabra por palabra, evitando caer en la trampa de confiar sólo en su memoria y en su conocimiento de palabras y frases similares. Tenga en cuenta todos los elementos escritos, sin importar cuán pequeños puedan parecer. Hasta el trazo más insignificante podría tener una importancia trascendental. Deberá entonces averiguar su significado y determinar la razón por la cual fue incluido. Los textos largos y difíciles deben leerse varias veces, hasta que logre una transcripción completa».
Para resumir, tanto los principiantes como los expertos en la lectura de documentos antiguos deben proceder con calma y lentitud, leyendo y releyendo el documento en su totalidad y usualmente haciéndolo varias veces. Recuerde que una transcripción completa requiere tiempo y paciencia, con el documento y con uno mismo.
Además de estas sugerencias y de las siguientes secciones sobre el lenguaje y desafíos con la letra, lo que más se necesita para entender los estilos de escritura antigua es la experiencia que viene con la práctica. En el libro English Court Hand, A.D. 1066 to 1500, los autores ofrecen el siguiente consejo:
«Se aconseja que el principiante intente primeramente la lectura de documentos de los cuales pueda obtener una versión correcta que pueda comparar con su lectura. Esto le resultará más útil que cualquier otra cosa para ayudarle a identificar la extensión y las limitaciones de su conocimiento. Se dará cuenta de que, si bien el leer letra por letra como se le enseñó tiene su utilidad, el lector experto se apoya mucho más en su conocimiento de la naturaleza del documento que está transcribiendo que en sus logros paleográficos... El primer principio esencial es, entonces, una familiaridad razonable con el idioma del documento. El segundo principio esencial, preliminar a la interpretación correcta, es a menudo un conocimiento de los procesos administrativos de los cuales fueron parte los registros. Si no puede descifrar un nombre o alguna palabra después de haber hecho un esfuerzo razonable, cálquelo o cópielo. Escriba lo que usted crea que es el significado y continúe. La palabra, especialmente si es un nombre, aparecerá probablemente otra vez. Cuando vuelva a aparecer, es posible que lo haga de manera más clara, o tal vez usted haya aumentado su capacidad de descifrarla en el nuevo contexto. Si no volviera a aparecer, usted puede volver a analizar la palabra nuevamente, habiendo ya tenido más experiencia leyendo palabras de más fácil lectura escritas por la misma persona».