Las siguientes pautas ofrecen sugerencias prácticas para trabajar con un estilo de escritura poco familiar. Si bien los ejemplos que se proveen para cada pauta se escogieron teniendo en mente al principiante que trabaja con los registros parroquiales, ya que es así como empieza la investigación de la historia familiar, dichas pautas se aplican igualmente a cualquier tarea de estudio paleográfico.
Es importante que, al iniciar el estudio de una nuevo estilo de escritura, se trabaje con cuidado y detenimiento a fin de desarrollar una familiaridad con el estilo personal de escritura del sacerdote o registrador y el tipo de escritura que haya utilizado. También es importante prestar atención a particularidades tales como algunas formas especiales de letras específicas, el uso de abreviaturas o de una sintaxis peculiar. Al principio, la lectura de la escritura será lenta, pero pronto la habilidad para leer y la velocidad de lectura aumentarán dramáticamente.
Las frases repetidas, las fechas y los nombres que usted ya reconoce le permitirán familiarizarse con un nuevo estilo de escritura. Por ejemplo, al trabajar con registros bautismales hispanos, frases como bauticé solemnemente, yo, el infrascrito cura, hija legítima de, y abuelos paternos le ayudarán a familiarizarse con un estilo particular. También puede identificar letras específicas que el registrador haya escrito de manera peculiar por medio del uso de apellidos y nombres de pila que usted ya haya encontrado en otros registros.
Las fechas también son un recurso valioso debido a que las alternativas disponibles para una fecha se limitan a 12 meses y 31 días, también como los números de los años, todos los cuales pueden compararse con los registros anteriores o posteriores.
Generalmente, el texto que está tratando de leer puede ayudarle a encontrar el significado de una palabra o un pasaje difícil. Las siguientes sugerencias deberían ayudarle a utilizar el texto circundante:
Recuerde que es posible que un mismo documento presente una gran variedad en la escritura. Es muy común encontrar varios estilos de la misma letra dentro de un documento dado e incluso dentro de la misma palabra. También es posible que una palabra dada haya sido escrita de formas diferentes. Debido a las variaciones lingüísticas mencionadas en la sección Desafíos dentro de este sitio, es posible también que el mismo nombre se haya escrito con diversas ortografías. Es común encontrar tal variedad de ortografía dentro del mismo documento.
Con frecuencia, se puede obtener una idea general de cuál podría ser una letra particularmente difícil comparándola con letras posibles en cuadros de alfabetos disponibles aquí. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la escritura varía drásticamente de una persona a otra y de un período a otro, y en particular que es posible que una letra en un documento no aparezca en los cuadros de alfabetos que se proveen en este sitio.
Consulte recursos externos, especialmente cuando se trata de un nombre. Los recursos siguientes u otros similares pueden ser de gran valor para descifrar un nombre:
Pergamino Virtual | En femenino-Apellidos en España |
Enciclopedia de apellidos españoles |
Si bien éstos son apenas algunos sitios de los muchos disponibles en internet, pueden servirle de guía al identificar un nombre difícil o a encontrar la ortografía correcta. Para consultar otras listas más específicas a un país o región, realice una búsqueda en motores de búsqueda como Google.com utilizando la palabra apellidos y el nombre del país o la región.
También es importante recordar que los nombres de lugares han cambiado como resultado de acortamiento o la combinación de dos palabras en una. Por ejemplo, un pueblo que hoy se conoce por el nombre Riodeva en registros antiguos aparece como Río de Eva. Otro ejemplo es el lugar que hoy conocemos como Aldea Real, pero hace un siglo y medio se conocía como Aldea del Rey. Teniendo cuidado y aplicando un poco de creatividad en la ortografía y la combinación de palabras, usualmente se puede determinar el nombre de la parroquia que se nombre en el registro. Naturalmente, la decisión final solo debe tomarse al consultar los registros de determinada parroquia.
Si no puede descifrar un nombre o una palabra después de un esfuerzo razonable, cálquela o cópiela. Escriba la interpretación que le parezca más correcta y continúe la lectura del documento. Es muy probable que la palabra, especialmente si es un nombre, vuelva a aparecer en el documento. Cuando aparezca nuevamente, es posible que sea más clara la segunda vez, o que usted pueda descifrarla con mayor facilidad en el nuevo contexto. Si no volviera a aparecer por segunda vez, entonces puede volver a leer la palabra, teniendo ya más experiencia con palabras menos difíciles escritas por la misma persona.
Al bosquejar las normas para la lectura de la escritura antigua, la paleógrafa mexicana María Elena Bibriesca ofrece el siguiente consejo:
"Lea con tranquilidad prestando atención a los detalles.
Evite ponerse nervioso o preocuparse.
Lea cada documento específico palabra por palabra,
evitando caer en la trampa de confiar sólo en su memoria y
en su conocimiento de palabras y frases similares.
Tenga en cuenta todos los elementos escritos,
sin importar cuán pequeños puedan parecer. Hasta el trazo más
insignificante podría tener una importancia trascendental.
Deberá entonces averiguar su significado y
determinar la razón por la cual fue incluido.
Los textos largos y difíciles deben leerse varias veces,
hasta que logre una transcripción completa".
Resumiendo: tanto los principiantes como los expertos en la lectura de documentos antiguos deben proceder con calma y lentitud, leyendo y releyendo el documento en su totalidad y usualmente haciéndolo varias veces. Recuerde que una transcripción completa requiere tiempo y paciencia, con el documento y con uno mismo.
Además de estas sugerencias y de las explicaciones contenidas en la sección Desafíos, lo que más se necesita para entender los estilos de escritura antigua es la experiencia que viene con la práctica. En el libro English Court Hand, A.D. 1066 to 1500, los autores ofrecen el siguiente consejo:
"Se aconseja que el principiante intente primeramente la lectura de documentos de los cuales pueda obtener una versión correcta que pueda comparar con su lectura. Esto le resultará más útil que cualquier otra cosa para ayudarle a identificar la extensión y las limitaciones de su conocimiento. Se dará cuenta de que, si bien el leer letra por letra como se le enseñó tiene su utilidad, el lector experto se apoya mucho más en su conocimiento de la naturaleza del documento que está transcribiendo que en sus logros paleográficos... El primer principio esencial es, entonces, una familiaridad razonable con el idioma del documento. El segundo principio esencial, preliminar a la interpretación correcta, es a menudo un conocimiento de los procesos administrativos de los cuales fueron parte los registros. Si no puede descifrar un nombre o alguna palabra después de haber hecho un esfuerzo razonable, cálquelo o cópielo. Escriba lo que usted crea que es el significado y continúe. La palabra, especialmente si es un nombre, aparecerá probablemente otra vez. Cuando vuelva a aparecer, es posible que lo haga de manera más clara, o tal vez usted haya aumentado su capacidad de descifrarla en el nuevo contexto. Si no volviera a aparecer, usted puede volver a analizar la palabra nuevamente, habiendo ya tenido más experiencia leyendo palabras de más fácil lectura escritas por la misma persona."